Además, se darán refuerzo en dinero para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo en septiembre y diciembre, y mayores aportes a comederos y merenderos para paliar la crisis económica desatada por la corrida cambiaria. “Tenemos que ir más rápido con los ajustes. No podemos seguir gastando más de lo que generamos”, dijo Macri. “Todos tenemos que ceder en algo, si queremos avanzar”, dijo el mandatario en su llamamiento a un esfuerzo común. “Esta no es una crisis más , debe ser la última. Y sepan que no me van a encontrar en el lado de los que especulan en la próxima elección. Para mi no es fácil. Para mi fueron los peores cinco meses de mi vida, después de los de mi secuestro. Porque se del esfuerzo que están haciendo cada uno de ustedes y sus familias”, dijo Macri. “Existe una gran oportunidad para los argentinos si entendemos cuales son los desafíos pendientes”, afirmó. Forzado por la falta de financiamiento, el presidente Mauricio Macri, formuló un discurso de tono político en el cual focalizó los problemas de su gestión en el déficit fiscal. El presidente  consideró que “los Argentinos no podemos vivir mas por encima de nuestros recursos” y admitió que trató de evitar el ajuste por shock al inicio de su mandato. Macri dijo que “esto podría haber pasado en enero del 2016”, pero indicò que las buenas expectativas de cambio que trajo su gobierno despertó el apoyo de los mercados y que por ello buscò el financiamiento externo. El presidente admitió que su gobierno tuvo “excesivo optimismo” en poder resolver el problema de del déficit fiscal de manera gradual. Pero ahora, remarcó que “vamos a ser la generación que va a hacerse cargo del problema”. Aún así, Macri consideró que los problemas que soporta ahora la Argentina son de origen externo, como es el caso del aumento de la tasa de interés en Estados Unidos, la guerra comercial, y el descalabro de la lira turca, o heredados de la gestión anterior. Con relación a la reducción de ministerios el primer mandatario dijo: “voy a comprimir mi equipo”.