Se trata de un taller de cocina con leche materna, orientado a mamás de bebés que están empezando a comer mientras ellas aún atraviesan su periodo de lactancia. De esta forma pueden incorporar su propia leche en las preparaciones complementarias en la alimentación del niño. El proyecto recién ha comenzado y, aunque los talleres aún no se dictan, ha tenido mucha repercusión por su novedad y originalidad para optimizar el aprovechamiento de las propiedades únicas que tiene la leche humana. Ya se han realizado algunos ensayos preliminares, de los que participaron un chef y nutricionistas. En ellos se elaboraron panqueques, panes de leche, magdalenas, vainillas, arroz con leche, salsa blanca, flan y pudding. Todas las recetas fueron formuladas adecuándose a los más pequeños. Las pruebas fueron realizadas en el Laboratorio de Investigación y Nutrición Aplicada (LINA) de la Universidad Maza y participaron docentes de la mencionada unidad académica: María Luz Vargas (quien además es jefe del Servicio del Banco de Leche Humana de Mendoza),Jesica Diaz (también nutricionista del Banco de Leche Humana), Silvia Farah y Mariana Longo.