Viernes 29.03.2024
Actualizado hace 10min.
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    Entréguense a la justicia, el urgente llamado del Papa a abusadores en la Iglesia

    En su discurso a la Curia Romana, el Papa Francisco reiteró el compromiso de la Iglesia de erradicar los abusos contra los menores y exigió a quienes hayan cometido estos delitos a convertirse, entregarse a la justicia humana y prepararse para la justicia divina, pues Dios "nunca olvida el sufrimiento" experimentado por las víctimas.

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    “Conviértanse y entréguense a la justicia humana, y prepárense a la justicia divina”, fue el llamado del Pontífice durante el discurso que dirigió este 21 de diciembre a los cardenales y superiores de la Curia Romana en la Sala Clementina con motivo de la próxima Navidad.

    En la audiencia, el Santo Padre aseguró que “desde hace varios an?os la Iglesia se esta? comprometiendo seriamente por erradicar el mal de los abusos, que grita venganza al Sen?or, al Dios que nunca olvida el sufrimiento experimentado por muchos menores a causa de los cle?rigos y personas consagradas: abusos de poder, de conciencia y sexuales”, precisó.

    En esta línea, el Papa insistió que ante “estas abominaciones” está claro que “la Iglesia no se cansara? de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales cri?menes” e insistió que “la Iglesia nunca intentara? encubrir o subestimar ningu?n caso”.

    El Pontífice reconoció que “es innegable que algunos responsables, en el pasado, por ligereza, por incredulidad, por falta de preparacio?n, por inexperiencia -podemos juzgar el pasado con la hermenéutica del pasado- o por superficialidad espiritual y humana han tratado muchos casos sin la debida seriedad y rapidez. Esto nunca debe volver a suceder. Esta es la eleccio?n y la decisio?n de toda la Iglesia”, remarcó.



    Sobre la próxima reunión en el Vaticano con los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, que se realizará del 21 al 24 de febrero, el Santo Padre anunció que la Iglesia “reiterara? su firme voluntad de continuar, con toda su fuerza, en el camino de la purificacio?n”, así como también “se cuestionara?, valie?ndose tambie?n de expertos, sobre co?mo proteger a los nin?os; co?mo evitar tales desventuras, co?mo tratar y reintegrar a las vi?ctimas; co?mo fortalecer la formacio?n en los seminarios. Se buscara? transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo no solo del cuerpo de la Iglesia sino tambie?n de la sociedad”.

    Además, el Papa cuestionó “si esta gravi?sima desgracia ha golpeado algunos ministros consagrados, la pregunta es: ¿Cua?nto podri?a ser profunda en nuestra sociedad y en nuestras familias?” por lo que aseguró que “la Iglesia no se limitara? a curarse a si? misma, sino que tratara? de afrontar este mal que causa la muerte lenta de tantas personas, a nivel moral, psicolo?gico y humano”.

    Asimismo, el Papa Francisco agradeció “sinceramente a los trabajadores de los medios que han sido honestos y objetivos y que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las vi?ctimas. Incluso si se tratase solo de un caso de abuso ?que ya es una monstruosidad por si? mismo? la Iglesia pide que no se guarde silencio y salga a la luz de forma objetiva, porque el mayor esca?ndalo en esta materia es encubrir la verdad”, insistió.

    “Por favor, ayudemos a la santa Madre Iglesia en su difi?cil tarea, que es reconocer los casos verdaderos, distinguie?ndolos de los falsos, las acusaciones de las calumnias, los rencores de las insinuaciones, los rumores de las difamaciones”, pidió. Mientras que a quienes abusan de los menores, el Papa exhortó: “Conviértanse y entréguense a la justicia humana, y prepárense a la justicia divina”.

    Mientras tanto, el Santo Padre subrayó que “la Esposa de Cristo continu?a su peregrinacio?n en medio de alegri?as y aflicciones, en medio de e?xitos y dificultades, externas e internas”.

    Entre las aflicciones recordó a los migrantes “obligados a abandonar sus pai?ses de origen y arriesgar sus vidas”. “Hallan la muerte, o sobreviven pero se encuentran con las puertas cerradas y sus hermanos de humanidad entregados a las conquistas poli?ticas y de poder”, señaló.

    El Papa también recordó a los nin?os que mueren cada di?a por la falta de agua, alimentos y medicinas, a quienes sufren violencia, las guerras y las personas que “son sistema?ticamente torturadas todavi?a hoy en las comisari?as de polici?a, en las ca?rceles y en los campos de refugiados en diferentes lugares del mundo”.

    También recordó a los cristianos perseguidos y dijo que en realidad es “una nueva era de ma?rtires”.

    “Cua?ntos cristianos, en tantas partes del mundo, viven todavi?a hoy bajo el peso de la persecucio?n, la marginacio?n, la discriminacio?n y la injusticia. Sin embargo, siguen abrazando valientemente la muerte para no negar a Cristo. Que? difi?cil es vivir hoy libremente la fe en tantas partes del mundo donde no hay libertad religiosa y libertad de conciencia”, exclamó.

    En este sentido, el Pontífice recordó “el ejemplo heroico de los ma?rtires y de numerosos buenos samaritanos, es decir, de los jo?venes, de las familias, de los movimientos caritativos y de voluntariado, y de muchas personas fieles y consagradas”.

    Felicitaciones de Navidad

    El Santo Padre destacó que “la Navidad es la fiesta que nos llena de alegri?a y nos da la seguridad de que ningu?n pecado es ma?s grande que la misericordia de Dios y que ningu?n acto humano puede impedir que el amanecer de la luz divina nazca y renazca en el corazo?n de los hombres”.

    “Es la fiesta que nos invita a renovar el compromiso evange?lico de anunciar a Cristo, Salvador del mundo y luz del universo” y añadió que es necesario apoyarse “en la firme conviccio?n de que la luz es siempre ma?s fuerte que la oscuridad”.



    Es por eso que “la Navidad nos da cada an?o la certeza de que la luz de Dios seguira? brillando a pesar de nuestra miseria humana; la certeza de que la Iglesia saldra? de estas tribulaciones au?n ma?s bella, purificada y esple?ndida. Porque todos los pecados, las cai?das y el mal cometidos por algunos hijos de la Iglesia nunca pueden oscurecer la belleza de su rostro, es ma?s, nos ofrecen la prueba cierta de que su fuerza no esta? en nosotros, sino que esta? sobre todo en Cristo Jesu?s, Salvador del mundo y Luz del universo, que la ama y dio su vida por ella”, insistió el Papa.

    Por último, el Santo Padre afirmó que “la Navidad es una manifestacio?n de que los graves males cometidos por algunos nunca ocultara?n todo el bien que la Iglesia realiza gratuitamente en el mundo”.

    La Navidad “da la certeza de que la verdadera fuerza de la Iglesia y de nuestro trabajo diario, a menudo oculto, como el de la Curia, reside en el Espi?ritu Santo, que la gui?a y protege a trave?s de los siglos, transformando incluso los pecados en ocasiones de perdo?n, las cai?das en ocasiones de renovacio?n, el mal en ocasio?n de purificacio?n y victoria”, finalizó.