Un tótem de hormigón de 4.20 metros de altura se erige detrás de un grupo de personas que esperan el paso del próximo micro bajo el techo del apeadero ubicado en Azcuénaga y Cochabamba, en Villa Nueva. La  estructura se destaca por su diseño: muchos colores, figuras y formas se combinan y dan otro marco al paisaje. Son las intervenciones artísticas que Guaymallén comenzó a realizar en las paradas de colectivos. En ese punto de Villa Nueva ya se puede observar el primero de varios diseños pensados por el artista Ramiro Quesada. En este caso, el concepto es abstracto y sintético y la idea es ofrecer un entorno más amigable en el espacio público. Los nuevos apeaderos tienen una estructura metálica en forma de “L” y están complementados con estructuras en hormigón, sobre las que se realiza la intervención artística. El concepto aplicado responde al muralismo. “El apeadero está pensado como una unidad, un objeto, y esto es arte aplicado al objeto”, detalla Quesada. La idea es que este estilo se distribuya en diferentes puntos del departamento, generando espacios públicos de calidad. Por el momento, al de calle Azcuénaga –totalmente renovada-, se sumarán los que se ubicarán en calle Avellaneda, en franco proceso de remodelación integral.