Viernes 19.04.2024
Actualizado hace 10min.
TEMAS

    El sueño de Julieta Gelvez

    La piloto de karting busca en lo inmediato su debut en la Fórmula Renault 2.0, pero su gran objetivo es llegar a competir en el TC 2000, su “sueño de piba”.  

    COMPARTÍ ESTA NOTA

    La deportista oriunda de Colonia Segovia, Guaymallén, es una apasionada del karting. Con sacrificio, esfuerzo y dedicación, va cumpliendo sus objetivos, generando ella misma sus propios recursos para solventar los gastos que le demanda cada competencia.

    Pero la vida les hizo un guiño a sus sueños. Su esfuerzo y movilización le fueron abriendo las puertas del automovilismo nacional, y en un ambiente mayoritariamente masculino como son los “fierros”, supo ganarse un lugar, y las oportunidades están por venir.

    Es por ello que no duda un instante en asegurar: “Nunca sentí diferencia con el sexo femenino. Cuando llego a un autódromo, no me siento una chica que va a correr sino un piloto más, porque siempre corrí contra hombres”.

    Julieta comentó: “A los 12 años comenzó esta pasión por el automovilismo deportivo, cuando mi papá y mi abuelo me llevaron a ver una carrera de TC 2000 en el autódromo el Zonda de San Juan. Tiene algo muy lindo y mítico, donde el eco de los motores te hace sentir sensaciones únicas en el cuerpo. Desde entonces, comencé a seguir todas las carreras a nivel cuyano en categorías zonales y nacionales.

    Señaló que “con el karting, cuando tenía unos 15 años, lo convencí a mi papá para que me comprara uno, en principio, para ir a divertirme en el kartódromo ubicado por entonces cerca de la IV Brigada Aérea en Las Heras. Comencé a ir los domingos con mi karting de 125 cc. Él me ayudaba, pero la verdad que no entendíamos nada de mecánica, como por ejemplo carburación, mezcla de la nafta, pero cada vez me fue gustando más”.

    “Una cosa fue llevando a lo otra –agregó–, conocí algunos mecánicos que iban a probar algunos vehículos al circuito y veían mis dificultades con la mecánica, las roturas que sufría mi karting. Me fui codeando con gente del ambiente que me fue ayudando”.

    Finalmente, la joven promesa del automovilismo mendocino reconoció que “siempre sueño con objetivos no tan grandes, pero hoy por hoy, la vida, las cosas que estoy haciendo y las puertas que se me han abierto, me dan la posibilidad, en lo inmediato, de correr en la Fórmula Renault 2.0”. No obstante, dejó en claro que “el sueño de piba sería competir en el TC 2000. Con eso me retiro, les doy la mano a todos y me quedó trabajando como mecánica en alguna escudería”, concluyó entusiasmada.