RECALCULANDO   Me recibieron las calles desiertas. Solo se escucha el sisear de la brisa sobre las veredas… y mis pasos descubriendo la mañana nueva. He traspuesto otro umbral Y cerrado la puerta detrás. Abrí mi mochila y le quité el peso que me detenía. Tomé coordenadas de aquellos lugares donde ya nunca jamás volvería y una hoja limpia para ir escribiendo adónde es que habitan los buenos momentos, por si un día me pierdo. En el corazón llevo las personas que me hicieron bien, que me ayudaron a entender que siempre se puede. Curé las heridas, En una cajita arrojé mis miedos junto a las tristezas y las eché al cesto de la basura. Me quité el yeso de los “yo nunca”… Me revolví el pelo y salí a encontrarme para abrazarme Porque quiero estar conmigo siempre Porque es poco el tiempo y es inmensa la vida que guarda un instante, Porque me debo hacer todo aquello que hace brillar el sol en mi corazón y es ahí adonde ahora voy.   Marcela Gómez Figueroa