Jueves 21.11.2024
Actualizado hace 10min.
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    La guardia del Hospital Enfermeros Argentinos innova en inclusión

    El espacio recientemente inaugurado posee las condiciones para atención integral y adecuada de personas que padecen trastorno del espectro autista.

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    La nueva guardia del Hospital Enfermeros Argentinos cuenta con nuevas condiciones que logran un ambiente adecuado y práctico, para que la consulta o la resolución de una emergencia no sea traumática para las personas que conviven con una condición sensorial.

    A una persona con trastorno del espectro autista (TEA), las palabras le pesan, pueden agobiarla mucho. De modo que es necesario ser claros, directos y no dar rodeos, usando frases cortas y sencillas, siendo incluso conveniente en algunos casos utilizar gestos para explicar lo que se desea.

    Durante la aproximación, el profesional debe cerciorarse de llevar un sistema alternativo de comunicación, como una libreta, una tableta, una agenda con fotos o dibujos. Usar esas herramientas puede facilitar mucho las cosas, porque es la manera que tiene esa persona para comunicarse con su entorno.

    En este sentido, el hospital inauguró una  sala que cuenta con pictogramas en las indicaciones de las salas y se destinó especialmente un consultorio para la atención de niños y adolescentes con espectro autista.

    Pautas para tener en cuenta en la atención de personas con TEA

    Como a cualquier paciente, se debe avisar de cualquier contacto físico. No tienen por qué ser especialmente reacios a ello, pero tomarlos por sorpresa puede generar alguna reacción adversa. Por tanto, hacer una aproximación sosegada, sin carreras y sin ruidos. Y sin levantar la voz, nada de gritos.

    Otra recomendación es dejarles tocar el material a usar, como por ejemplo permitirles usar el estetoscopio. Evitar los ruidos, incluyendo monitores y otros aparatos; tomar la tensión a mano o colocar un saturómetro portátil, evitando encender el monitor y que esté dando pitidos de alarma y haciendo ruidos mientras insufla aire, o desconectar las alarmas si es posible y evitar la sirena siempre que no sea imprescindible su uso.

    También se aconseja avisar de los pinchazos (glucemias capilares, vías IV), ya que es posible que tiendan a retirar el brazo como cualquier persona.